Para ampliar el rango de inteligencia y vivir en salud y bienestar, la persona tiene que hacerse consciente de sus emociones y regularlas para lograr la coherencia mental y emocional.
El corazón, la amígdala cerebral y la corteza frontal funcionan de manera conjunta para generar el comportamiento. Si una persona creció en ambientes conflictivos que generaban en ella patrones rítmicos cardiacos desordenados, la amígdala cerebral va a organizar los patrones desordenados como “familiares” y la corteza frontal va a decidir los comportamientos que considera apropiados de acuerdo con esta información de la amígdala cerebral.
“Las memorias emocionales del subconsciente y los patrones fisiológicos asociados afectan nuestras percepciones, reacciones emocionales, procesos de pensamiento y comportamiento” (Institute of HeartMath)
Liderazgo 4 Alas para Volar