Para que la confianza sea parte de la cultura organizacional es preciso que cada miembro se sienta valorado y sepa que hay interés en que ella o él crezca personal y profesionalmente.
En este sentido, la organización promueve las actividades necesarias para que cada colaborador rescate su liderazgo personal, entienda y reconozca su aporte en lo que hace la organización, actúe de acuerdo con los valores y sea capaz de alinear su visión personal con la visión de la organización.
El compromiso de cada colaborador está claramente vinculado con el valor integral que recibe y su contribución tiene que ver con estos últimos aspectos mencionados, lo que permite que las interacciones con el resto de la organización sean coherentes y sucedan a partir de la contribución de cada miembro alineada a la visión amplia.
La confianza se hace visible a través de la cultura, el desempeño, las relaciones y la rentabilidad.
Coaching Ejecutivo