¿Luchar, competir y ser el primero? ¿Jugar, cooperar y ganar todos?

Estás programado para tener una vida dura, de lucha, de competencia, de reglas, comportamientos y parámetros que generan la desarmonía del egoísmo, y allí te desgastas intentando lograr lo inalcanzable. Eres prisionero de una lucha sin fin.

Cuando te das cuenta de que lo puedes hacer diferente, dejas de luchar y empiezas a jugar estratégicamente, sucede el paso más importante de agarrar las riendas de tu vida. Entiendes que tienes el liderazgo para crear de manera consciente eso que deseas, transformándote tú e influenciando cambios en tus diferentes entornos. Se trata de un proceso dinámico de crecimiento armónico.

Al reconocer tu liderazgo empieza tu juego…

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